Los espárragos, tanto verdes como blancos son una hortaliza exquisita en cualquiera de las formas que se ingiera. Aunque se consumen en todo el mundo, el 84% de la producción está centrada en China, siendo la mayor parte para consumo interno.
Los primeros vestigios de espárragos aparecieron en forma de pinturas en los monumentos egipcios (3.000 a.C.), eran dibujados atados en manojos en dos o tres ligaduras; en este caso parecían ser utilizados como ofrenda a los dioses. Fue una hortaliza apreciada por los griegos, pero fueron los romanos quienes introdujeron este cultivo en Europa septentrional. Tras las invasiones bárbaras, su cultivo solo se conservó en España hasta el final de la Edad Media, en que volvieron a cultivarse en el norte y centro de Europa. Las actuales variedades parece ser que tienen su procedencia en selecciones llevadas a cabo en Holanda en el siglo XVIII.
Como es sabido por todos los espárragos se clasifican en dos grandes grupos en función de su color:
Los espárragos blancos los encontraremos especialmente en julio, mientras que los verdes estarán en el mercado de noviembre a marzo.
Los espárragos llevan cultivándose desde hace más de 2000 años. Su producción se mantiene de 10 a 15 años.
Su desarrollo óptimo está garantizado a temperaturas de entre 18 y 25°C. Si las temperaturas por el día son inferiores a 15°C y por la noche a 10°C se paralizará su desarrollo, lo mismo ocurre si las temperaturas superan los 40°C.
La parte comestible de los espárragos (brote o tallo joven) sale cuando la temperatura es mayor de 10°C.
Para plantar este vegetal es necesario buscar un suelo fértil y que no tenga maleza. Al principio del cultivo hay que estar pendiente, una vez que la planta se establece ya puede producirse durante varios años, como hemos comentado anteriormente, su cultivo se mantiene de 10 a 15 años.
Los espárragos se compran en manojos, sujetos por cintas o gomas elásticas y/o envasado en pequeñas bolsas de polietileno. El espárrago debe tener las puntas cerradas y compactas, los tallos firmes y rectos, y una coloración uniforme.
La conservación frigorífica se hace a 2-3 °C y 95-100% de humedad relativa. Hay que tener en cuenta que el espárrago pierde rápidamente sus propiedades organolépticas y dependiendo de la variedad se podrá conservar más o menos tiempo.
El espárrago es una hortaliza con un valor energético muy bajo, que apenas llega a aportar 23 kcal/100g. Como es habitual en las hortalizas, el componente mayoritario del espárrago es el agua, que puede llegar al 92, 5%. Su contenido en hidratos de carbono es reducido (1,1%), siendo destacable su contenido en fibra (2,1%). Contiene proteínas en un 2,7% y cantidades inapreciables de grasa.
Minerales: su contenido mineral es muy importante, pudiendo llegar a suponer el 0,57% de su peso total. Destacaremos el potasio por ser el que se encuentra en mayor proporción. Pero además podemos citar otros minerales que se encuentran en cantidades muy importantes, casi tanto como el potasio, y que son vitales para el correcto funcionamiento del organismo: hierro, magnesio, calcio, cinc y fósforo. Pero además de contener cantidades importantes de dichos minerales, apenas contiene sodio, lo que hace que sus cualidades sean aún más destacables.
Vitaminas: en cuanto al aporte de vitaminas, destaca el elevado contenido en folatos, vitamina C y vitamina E sobre el resto de componentes vitamínicos. Contiene además cantidades muy significativas de vitaminas del complejo B como la B1, B2, niacina y B6, y vitamina A. Los espárragos verdes son más sabrosos que los blancos, y además contienen mayor cantidad de vitaminas.
Como hemos dicho anteriormente, el uso de los espárragos está extendido por todo el mundo, siendo un producto imprescindible en la alimentación de algunos países como China. Es un alimento utilizado desde hace largo tiempo, al que se le atribuyen ciertos efectos beneficiosos y saludables para la salud:
Por el momento no se conocen efectos tóxicos derivados de un consumo excesivo de espárragos. Aun así, no debemos olvidar que todo debe utilizarse con cierta medida, y que una dieta equilibrada no es sólo la que aporte todos y cada uno de los nutrientes, sino que además debe ser variada en cuanto a los alimentos que formen parte de ella.
Después de ingerir espárragos la orina tendrá un olor característico, lo que se debe a una sustancia volátil que contienen estas hortalizas denominada asparagina. Se trata de una sustancia volátil que se elimina por orina aumentando su producción.
Los espárragos son muy versátiles en la cocina. Podemos preparar desde revueltos, acompañados de otras verduras, hasta cremas de espárragos.
Aquí te dejamos algunas recetas caseras que no pueden faltar en tu menú:
Esta receta de espárragos es una manera original de cocinarlos. Los envolvemos con hojaldre y los preparamos al horno. Los espárragos trigueros se quedarán crujientes y deliciosos. La dificultad de esta receta es baja.
Una receta fácil y rápida de preparar, ideal para acompañar carnes o pescados o tomarlos con otras verduras para cenar. Una manera de cenar de manera saludable, ya que los espárragos trigueros, como ya hemos comentado, tienen beneficios para nuestra salud.
Un clásico entre las recetas de espárragos, son los revueltos. En esta ocasión la hemos preparado con ajetes. Los ingredientes que necesitamos son huevo, espárragos trigueros y los ajetes. Una receta fácil y rápida de hacer que puedes tomar de primero en una comida o para cenar.
Un plato muy sencillo de preparar. Solo necesitamos una sartén y un poco de aceite de oliva. Una vez cocidos, los salteamos. Riquísimos para comerlos solos o de guarnición.
Podemos acompañar los espárragos a la plancha con una vinagreta. Un poco de cebolla, ajo, pimiento verde, vinagre y aceite de oliva. Rápido y fácil de hacer y además, delicioso.
Otra receta de la cocina casera que nos encanta. Escogemos los mejores espárragos y los trituramos junto a otros ingredientes y verduras.
La dificultad de esta receta es baja, ya que solo tienes que elegir los mejores espárragos y triturarlos una vez cocidos. Añadimos un poco de caldo, pimienta, nuez moscada, aceite de oliva, un poco de leche y harina para que quede una textura menos líquida.
Qué mejor manera de acompañar un buen pescado que unos espárragos trigueros con pimientos.
Puedes preparar esta receta con espárragos trigueros o blancos. Podemos saltear las verduras y preparar la dorada en una sartén con un poco de aceite de oliva y después, aderezarla con un poco de pimienta y sal. También se puede cocinar al horno.
No podían faltar las ensaladas entre las recetas de espárragos. Normalmente vamos a usar espárragos blancos para prepararlas. Una vez cocidos, podemos trocearlos y acompañarlos con tomate o aderezarlos con una vinagreta o pimienta y sal.