Cebolla allium cepa, conocida comúnmente como cebolla, es una planta de la que se consume el bulbo. Tiene un sabor y olor muy característico, siendo una de las hortalizas más cultivadas en todo el mundo.
Se conoce con el nombre común de Cebolla, Cebollas, Cebolla temprana, Cebolla tardía, pero su nombre científico o latino es Allium cepa. Pertenece a la familia de las Liliáceas, entre las que también se encuentran el puerro, el ajo, el cebollino y el espárrago.
El origen principal de la cebolla se localiza en Asia central, y secundariamente en el Mediterráneo. Hablamos de una de las hortalizas de consumo más antiguo. Tanto que las primeras referencias se remontan hacia 3.200 a.C. ya que fue muy utilizada por egipcios, griegos y romanos. Durante la Edad Media su cultivo se desarrolló con mayor fuerza en los países de la cuenca mediterránea, donde se seleccionaron las variedades de bulbo grande, que dieron origen a las variedades modernas.
Existen numerosas variedades con formas y colores diferentes. La clasificación que más se utiliza es la siguiente:
La cebolla es una hortaliza y estas forman parte de un conjunto de plantas que se incluyen en la familia de las verduras y las legumbres. Por tanto, la cebolla se considera una verdura.
Vamos a encontrar cebollas en cualquier época del año.
Es una planta de climas templados, aunque en las primeras fases de su cultivo tolera temperaturas bajo cero, para la formación y maduración del bulbo, pero requiere temperaturas más altas y días largos, en primavera para las variedades precoces o de día corto, y en verano-otoño para las tardías o de día largo.
Para escoger un buen ejemplar de cebolla, ésta debe tener cuello y "escamas" maduras, firmeza, diámetro del bulbo adecuado, ausencia de pudrición, daño de insecto, escaldado de sol, reverdecimiento, brotación, daño por congelamiento, magulladuras y otros defectos.
Para una correcta conservación, la cebolla ha de ser almacenada en lugar fresco y seco. Cuando ya esté abierto ele ejemplar de cebolla, será necesario guardarlo en el frigorífico dentro de un envoltorio plástico.
Es una hortaliza con un valor energético bajo, que supone aproximadamente 38 kcal/100g, teniendo en cuenta además que las cantidades que se suelen utilizar en las preparaciones culinarias son puntuales. Como es habitual en las hortalizas, el componente mayoritario de la cebolla es el agua, que puede llegar al 90%. Su contenido en hidratos de carbono es moderado (5,1%), siendo destacable su contenido en fibra. Contiene proteínas en un 1,4% y cantidades inapreciables de grasa.
Minerales: de su contenido mineral destacaremos el potasio por ser el que se encuentra en mayor proporción. Pero además podemos citar otros minerales que se encuentran en cantidades muy importantes, casi tanto como el potasio, y que son vitales para el correcto funcionamiento del organismo: hierro, magnesio, calcio y fósforo, y pequeñas cantidades de cinc. No sólo la cebolla contiene minerales de gran importancia, sino que apenas es perceptible el sodio en su composición.
Vitaminas: en cuanto al aporte de vitaminas, vamos a encontrarnos cantidades significativas de vitamina C, folatos, vitaminas B1, B2, niacina, B6 y vitamina E en pequeña proporción.
Pero además de todos los componentes citados anteriormente, la cebolla contiene una gran cantidad de sustancias que aunque se encuentran en muy poca cantidad, tienen marcados efectos beneficiosos sobre la salud.
Es una hortaliza que se ha utilizado desde muy antiguo por sus propiedades y beneficios para el organismo e incluso ayuda a combatir algunas enfermedades a pesar de su fuerte olor y sabor. Entre los efectos beneficiosos de la cebolla destacamos:
La cebolla es rica en sustancias de alto valor nutricional, es antioxidante y contiene propiedades bactericidas para evitar enfermedades virales como la gripe. Pero también puede causar efectos secundarios en algunas personas: acidez estomacal, presión arterial e irritaciones en la piel.
La ingesta de cebolla cruda es más efectiva que cocinada ya que los compuestos organosulfurados desaparecen con el calor.
El aceite esencial de la cebolla es el responsable del típico olor a cebolla, es un aceite volátil que se evapora enseguida. Está formada por más de 100 sustancias distintas que hacen que la cebolla tenga unas características inigualables.
No olvides tener siempre cebolla en tu cocina e incorpórala a tus platos siempre que puedas.