El repollo es la variedad de col más utilizada en Europa central, siendo Alemania uno de los principales países productores.
Se conoce con el nombre común de repollo, repollo liso, repollo de queso, col murciana o lombarda, pero su nombre científico o latino es Brassica oleracea var. Capitata ssp. alba. Pertenece a la familia de las Crucíferas, entre las que también se encuentran el brécol, el nabo, el berro y el rábano.
El repollo es una hortaliza originaria de Europa central, aunque actualmente se cultiva y se encuentra en todos los países. Se conoce su cultivo desde el año 2500 a. C. en Egipto, aunque también se utilizó mucho en la antigua Grecia y Roma, quienes atribuían ya propiedades beneficiosas a esta hortaliza, como su capacidad para favorecer la digestión y atenuar la consecuencias de la ingesta excesiva de alcohol. Una vez cultivado por los romanos su utilización y consumo se extendió a todos los países de la cuenca mediterránea, aumentando su cultivo y consumo en la Edad Media.
En el siglo XVI su cultivo se extendió Inglaterra y Francia, y ya en el siglo XVII se extendió a toda Europa. En la actualidad es una de las hortalizas de mayor consumo en las zonas templadas.
Destacaremos tres variedades de repollo más consumidas en el mundo: la berza, la col de Milán y la lombarda.
Los mejores meses para encontrar repollos frescos son de diciembre a marzo, aunque actualmente podemos encontrarlos en el mercado todo el año sin problemas. Son hortalizas muy resistentes al frío.
El ejemplar de repollo de mayor calidad será aquel duro, crujiente, compacto y pesado en relación con su tamaño. Además debemos adquirir ejemplares cuyas hojas interiores y exteriores sean de color diferente, si no es así puede deberse a que las hojas exteriores hayan sido arrancadas para enmascarar la falta de frescura del ejemplar.
El repollo se conserva en buenas condiciones envuelto en una bolsa de plástico perforada en refrigeración aproximadamente unas dos o tres semanas. El aroma del repollo aumenta a medida que pasa el tiempo, por lo que se recomienda que al guardarlo en el frigorífico sea en un compartimento aislado del resto de alimentos para evitar transmisiones de olor indebidas.
El repollo es una hortaliza con un valor energético bajo, que supone aproximadamente 23,5 kcal/100g. Como es habitual en las hortalizas, el componente mayoritario del repollo es el agua, que puede llegar al 92%. Su contenido en hidratos de carbono es escaso (4,3%), siendo destacable su contenido en fibra (2,0%). Contiene proteínas en un 1,4% y cantidades inapreciables de grasa.
Minerales: de su contenido mineral destacaremos el potasio por ser el que se encuentra en mayor proporción. Pero además podemos citar otros minerales que se encuentran en cantidades muy importantes, y que son vitales para el correcto funcionamiento del organismo: hierro, magnesio, calcio, cinc y fósforo. No sólo el repollo contiene minerales de gran importancia, sino que apenas es perceptible el sodio en su composición.
Vitaminas: en cuanto al aporte de vitaminas, destaca el elevado contenido de vitamina C sobre el resto de componentes vitamínicos. Pero además, en esta hortaliza tienen gran importancia los folatos y la vitamina A.
Como hemos dicho anteriormente, el consumo de repollo está extendido por todo el mundo, siendo conocido, además, por ciertos efectos beneficiosos sobre la salud de los que destacamos:
Saber que las variedades más tempranas de repollo son las más tiernas, pudiéndose consumir cocido, asado o crudo.