La lechuga es una hortaliza de la que se consume la hoja, habiendo varias variedades de las cuales las más conocidas son la lechuga Romana y la Iceberg.
Se conoce con el nombre común de Lechugas, Lechuga iceberg, Lechuga romana, pero su nombre científico o latino es Lactuca sativa L. Pertenece a la familia botánica de las compuestas, entre las que también se encuentran la escarola, la endibia, la achicoria y la alcachofa.
Disponemos de datos que señalan su consumo habitual entre griegos y romanos, quienes la cultivaron de forma habitual, pese a que su origen no está demasiado claro. Desde antiguo, se ha valorado a la lechuga por sus propiedades sedantes, las cuales teóricamente inducían al sueño. Tal vez por ello, lo romanos incorporaban la lechuga al final de sus comidas y debían de gustarles tanto que, fuera de temporada, las conservaban en salmuera. Hoy en día, en algunos lugares se recomienda a los insomnes realizar un zumo de lechuga y tomarlo antes de ir a la cama para propiciar así el sueño.
Parece ser que en la edad media descendió mucho su consumo, aunque la lechuga volvió a ponerse de moda en el renacimiento. Precisamente de la edad media, proceden diferentes leyendas sobre el consumo de lechuga... así, en algunos conventos estaba prohibido su cultivo y consumo por sus supuestas propiedades afrodisíacas. En otros lugares, sin embargo, se valoraba mucho como un alimento calmante, e incluso analgésico, que estimulaba el apetito. Como medicamento, la lechuga se recomendaba para tratar forúnculos e insectos utilizándolas como cataplasmas bien hervidas y calientes.
Durante la ilustración, gracias a los estudios de los horticultores, se fueron consiguiendo diferentes variedades comestibles, la más famosa de las cuales es la denominada "romana". En España, tienen especial fama los denominados "cogollos de Tudela" por su sabor y aspecto.
Las diferentes lechugas se pueden clasificar según sus grupos botánicos en:
La lechuga exige que haya diferencia de temperaturas entre el día y la noche. Soporta peor las temperaturas elevadas que las bajas, ya que como temperatura máxima puede soportar hasta los 30 ºC y como mínima hasta –6 ºC.
La mejor época de la lechuga es la primavera (aunque depende mucho de la variedad), pero realmente podemos encontrarla en cualquier época del año, ya que actualmente se cultiva mucho en invernaderos.
El mejor ejemplar de lechuga será aquel que además de no estar dañado, tenga un color verde brillante, más claro o más oscuro dependiendo de la variedad de lechuga a la que hagamos referencia.
Hasta que consumamos la lechuga, ésta debe estar en refrigeración en un envase de plástico perforado. En cuanto al tiempo que podemos conservar la lechuga, las variedades romanas suelen tener una vida útil más reducida, mientras que la lechuga iceberg es una de las que más tiempo podemos conservar. La lechuga no es apta para preservación en congelador, envasada o seca.
La lechuga es una hortaliza con un valor energético escaso que apenas puede llegar a aportar 16 kcal/100g. Hablamos de una hortaliza con un contenido en agua importante, al igual que la mayoría de hortalizas (95%). Su contenido en hidratos de carbono es más bien escaso (0,6%), siendo destacable su contenido en fibra (1,7%). Contiene cierta cantidad de proteínas (1,62%) y cantidades casi inapreciables de grasa (0,2%).
Minerales: es de destacar el elevado contenido en potasio, siendo éste el que se encuentra en mayor proporción en la lechuga. Pero además podemos citar otros minerales que se encuentran en cantidades muy importantes, casi tanto como el potasio: magnesio, hierro, calcio, cinc y fósforo.
Vitaminas: en cuanto al aporte de vitaminas, la lechuga es una de las hortalizas con mayor contenido en folatos. Por otra parte destaca la gran cantidad de vitamina A y C que puede llegar a contener. Y además de las anteriores contiene vitaminas B1, B2, niacina y B6.
La lechuga forma parte de nuestra alimentación desde hace siglos, tanto cruda en forma de ensaladas, como cocida en complemento a otras verduras. Aunque no es una de las verduras a la que más relacionemos con un efecto curativo concreto, podemos citar algunas propiedades beneficiosas que se le atribuyen:
El consumo y producción de lechuga se va incrementando de manera notable en todo el mundo. En España es uno de los alimentos preferidos, especialmente en la preparación de ensaladas, siendo nuestro país el tercero en producción de lechuga de todo el mundo, después de China y Estados Unidos.