La hoja de roble pertenece a la famila Asteraceae y a la clase Magnoliopsida, plantas que tienen la particularidad de producir una leche blanca al corte (lago = leche). Sus tiernas hojas son como una hoja de roble (el árbol) con bordes ondulados pero con un aspecto rizado. Los botánicos la han clasificado en el grupo de las lechugas rizadas (variedad crispa). Como se puede ver en las diferentes imágenes de hojas de roble en los catálogos de viveros, puede ser verde, rubia o incluso marrón como el 'Lollo Rossa' (ver foto de al lado), que contiene antocianinas, que son antioxidantes de color rojo intenso. Los cultivadores apasionados no dudan en tomarle una foto!
La hoja de roble es una lechuga que para ser cultivada cuyo único requisito es que la tierra esté fresca. En el huerto, se debe sembrar bajo un marco, lo suficientemente temprano en invierno (febrero-marzo) y gradualmente hasta la primavera (abril-mayo) para tener algo hasta el otoño. Si no tienes un jardín o si tus cultivos están en un descanso durante el invierno, prueba este truco para evitar la siembra: guarde el corazón de una hoja de roble (u otra lechuga) en una maceta llena de agua filtrada... ¡y estate atento a los primeros brotes después de unos días! Puedes cosecharlas como quieras. Los tutoriales en Internet te muestran en imágenes cómo hacerlo.
La lechuga de hoja de roble se cocina principalmente en ensaladas, con vegetales de verano (tomates cherry, pepino), queso (cabra, queso feta), aves de corral (blanco, mollejas), pescado (salmón ahumado, atún), frutos secos (avellana, uva) o fruta fresca (fresa, manzana). También se puede preparar en un sándwich hecho con carnes que tengan mucho cuerpo cubiertas con tomate como lo hace en una envoltura de pollo. Aunque es ideal en todas las ensaladas mixtas, agrégalo en el último momento, de lo contrario se suavizará, lo cual no es del gusto de todos. Si te queda alguna ensalada sazonada, cocnala y agrégala a una tortilla con queso rallado.
En algunos países, los corazones de lechuga estofada se cocinan como endibias, entonces, ¿por qué no usar lechuga de hoja de roble? ¡Elige una rubia, sus tonos dorados se verán geniales en tu plato!