Es una planta muy nutritiva, y con propiedades diuréticas, carminativas y depuradoras de la sangre. Se trata de una hierba bienal, es decir, que el tallo empieza a crecer al segundo año de su desarrollo.
Se conoce con el nombre común de apio, pero su nombre científico o latino es Apium graveolens var. dulce. Pertenece a la familia de las Umbelíferas al igual que la zanahoria o el hinojo.
El apio es una planta procedente del Mediterráneo, existiendo en otros puntos secundarios como el Caúcaso y la zona del Himalaya.
Aunque se conocía en el antiguo Egipto, su uso como hortaliza se desarrolló en la Edad Media y actualmente es consumido tanto en Europa como en América del Norte.
Podremos encontrar apio en cualquier época del año ya que se trata de una hortaliza que se adapta muy bien al invierno (siempre y cuando se protejan de las heladas, las cosechas más tardías permiten disfrutar del apio durante todo el año) y tiene una vida útil muy larga si se conserva en condiciones adecuadas.
Es un cultivo de clima templado, que al aire libre no soporta los fríos de invierno (especialmente en el interior de España). Esto se debe a que cuando la planta está en el periodo de desarrollo, si tiene lugar una disminución fuerte de la temperatura durante algunos días, puede ocurrir que la planta florezca antes de tiempo; este problema disminuye cuando el suelo está acolchado con lámina de plástico.
Un apio de gran calidad es aquel que tiene los tallos bien formados, peciolos gruesos, compactos, poco curvados, una apariencia fresca y color verde claro. Pero además otros indicadores de calidad son el largo de los tallos y de la nervadura central de la hoja, la ausencia de defectos como: corazón negro, pecíolos esponjosos, tallos florales y partiduras, así como ausencia de daños por insectos y pudriciones.
La temperatura óptima de conservación del apio es de 0°C. Su vida útil es tan larga (en comparación con otras hortalizas) que, en condiciones óptimas, el apio debe mantener una buena calidad después de ser almacenado de 5 a 7 semanas. Para mantener una buena calidad visual y sensorial, no es recomendable su almacenamiento a 5°C más de 2 semanas.
El apio tiene propiedades nutritivas que benefician nuestra salud y nuestro organismo:
Minerales: de su contenido mineral destacaremos el potasio por ser el que se encuentra en mayor proporción. Pero además podemos citar otros minerales, que aunque en menor proporción, se encuentran en el apio, como el calcio, fósforo, magnesio, hierro y sodio.
Vitaminas: en cuanto al aporte de vitaminas, destacaremos su elevado contenido en vitamina E, vitamina liposoluble de importante acción antioxidante. Además contiene cantidades muy importantes de folatos (aunque no es un alimento recomendado para embarazadas) y vitamina C, y considerables de vitaminas B1, B2, B6 y niacina.
El apio es una de las hortalizas que menos aporte calórico aporta. Tiene un valor energético muy bajo (apenas suponen 14kcal/100g). Su contenido en agua, al igual que el del resto de hortalizas, es muy elevado, llegando en este caso al 94,6% de su peso total. Pero, por otro lado, es una hortaliza que no tiene muchos hidratos de carbono, apenas llegan al 1,3%, así como en proteínas, que suponen un 1,3%. En cuanto al contenido en grasa, es prácticamente inapreciable (0,2%).
El apio es un alimento que, como hemos dicho anteriormente, no aporta una gran cantidad de energía, hidratos de carbono, proteínas o lípidos. Pero no es por ello un alimento sin importancia en la dieta.
Se le atribuyen, desde lejos, diversas propiedades curativas o saludables, de las que destacaremos:
El apio es un alimento que combina muy bien con la cebolla, tanto si lo preparamos en caldo como en ensalada. Además ambas hortalizas tienen una acción alcalinizante en el organismo, de tal forma que favorecen la eliminación de residuos ácidos generados en el metabolismo. El consumo de apio tiene un efecto tonificante y refrescante sobre el organismo.
Esta hortaliza sirve para preparar muchas recetas. Podemos tomarlo crudo en ensaladas o simplemente untándolo en alguna salsa. También se puede preparar el apio cocido para hacer cremas o sopas de verduras. Aquí te dejamos algunas ideas:
Esta receta con apio es ideal para el verano. Lleva fruta y verdura, todo lo que necesitas para mantener sano el organismo.
Te proponemos una ensalada templada con alcachofas, champiñones y apio. Una receta saludable y además, riquísima.
¿Y si preparamos una receta con apio cocido? No suena muy bien a priori, pero si lo mezclas con otras verduras puedes preparar una crema de apio deliciosa.
Otro ingrediente para mezclar con el apio es el aguacate, un superalimento que aporta energía y es beneficioso para la salud. Una ensalada completa y fresca.
No podía faltar entre las recetas de apio. El zumo de apio mezclado con otros ingredientes como la manzana, es un jugo détox y perfecto para los días de calor.