La pizza, una especialidad napolitana que ha dado la vuelta al mundo, es uno de los platos más emblemáticos de la cocina italiana. Masa, salsa de tomate, mozzarella, un poco de aceite de oliva y basta... o no, siempre puedes añadir tantos ingredientes como quieras ¡a cada cual su receta!
Para la masa, el principio es el mismo que para la masa de pan: harina, agua, levadura de panadería, sal y un poco de tiempo. Algunas personas añaden un poco de aceite de oliva a la masa de la pizza, pero no es imprescindible. Lo importante es amasar a velocidad lenta, lo que permite el desarrollo de la red de gluten que garantiza una masa bien hinchada, y el tiempo de subida de la masa, que asegura su digestibilidad. La elección de la harina, preferiblemente rica en gluten, es fundamental para el resultado final de la masa de la pizza. Después de que la masa haya subido, preferiblemente en el frigorífico, se puede extender (siempre a mano, nunca con un rodillo) en una superficie de trabajo o directamente en una bandeja de horno ligeramente aceitada. Un pequeño consejo para facilitar el estirado de la masa: espolvorear la superficie de trabajo con sémola fina, lo que dará un toque crujiente a la masa y evitará que se reseque como suele hacer la harina.
Para una pizza sin gluten, puedes utilizar una mezcla de harinas sin gluten (arroz, maíz, trigo sarraceno...). Pero una de las opciones más deliciosas y populares es utilizar la coliflor mixta como base para la masa de la pizza.
Muchas recetas ofrecen la misma técnica, que es bastante fácil si se siguen los pasos cuidadosamente. Basta con lavar bien la coliflor y separarla en ramilletes. A continuación, se mezclan los ramilletes de coliflor picados hasta convertirlos en harina gruesa y se cuecen al vapor o en el microondas. Una vez que se obtiene la harina de coliflor, colócala en un paño caliente y presiona con fuerza sobre el fregadero para escurrir la mayor cantidad de agua posible, de modo que la harina quede bastante seca. Mezclar la mezcla de coliflor con un huevo, parmesano rallado u otro queso duro y sazonar con sal y pimienta. Extiende la mezcla obtenida sobre una hoja de papel de horno en una bandeja de horno y hornea según la receta hasta que los bordes de la pizza estén dorados. El papel de horno garantiza una cocción uniforme y facilita el corte. A continuación, cubre la pizza como de costumbre y termina de hornearla durante unos diez minutos, hasta que el queso se haya derretido y la pizza esté dorada.
Para la cobertura, los ingredientes son casi infinitos. Sin embargo, los tomates, ya sea en salsa de tomate o como tomates frescos, son un ingrediente clave e histórico de la pizza. Ya sea sola o aromatizada con albahaca, cuanto mejor sea la salsa de tomate, mejor será la pizza. Las verduras asadas (calabacín, berenjena, alcachofa, etc.) también son bienvenidas, al igual que los embutidos (salchicha, chorizo, salami, jamón crudo en lonchas finas o jamón cocido, etc.). En cuanto a los quesos, la tradición exige mozzarella cortada en rodajas o desmenuzada, aunque en realidad se pueden utilizar todos los quesos, sean italianos o no. Para los que les gusta la pizza, un huevo partido justo antes de meterla en el horno, las anchoas o las aceitunas (tanto verdes como negras) son ingredientes que puedes tener a mano para hacer todas las recetas de pizza en tu cocina. Justo antes de hornear, un chorrito de aceite de oliva y unas pizcas de orégano son esenciales.
Para hornear, es mejor tener un horno potente para dorar bien la masa. Precaliéntalo con suficiente antelación y coloca la pizza en la parte inferior del horno para aprovechar el calor del fondo. Algunas personas utilizan una piedra para pizza, que almacena el calor del horno y permite replicar la cocción profesional en casa.
Una vez cocinada, ¡espera, la pizza no está terminada! Dale un toque final con una vuelta al molinillo de pimienta, una ralladura de limón, unas hojas de albahaca o rúcula, tomates cherry cortados por la mitad, tres gotas de salsa picante o de pesto, unas rodajas de chorizo finamente picado o virutas de queso parmesano... ¡Tú eliges el toque que quieres dar a tus recetas para conseguir la pizza de tus sueños!