Esta es la receta de pasta que hará que todo el mundo ame el brócoli. Es importante señalar que cuando se combina con albahaca, ya sea en forma de pesto preparado o de albahaca fresca, el brócoli se vuelve irresistible.
Es hora de descubrir los verdaderos secretos de la cocción de la pasta. Sí, cocinar pasta no es complicado -incluso es muy fácil-, pero hay que ser preciso. En primer lugar, hay que usar una gran cantidad agua: 1litro por cada 100g de pasta. ¡Es mejor tener una sartén grande!
A continuación, no escatimes en sal: utiliza sal gruesa, ½ cucharada por litro de agua. Añade la sal en el momento en el que el agua esté hirviendo y luego añade la pasta. Remover sin demora y contar el tiempo de cocción de la pasta desde que vuelve a hervir, para asegurarse de que está al dente. Por último, cuando escurras la pasta, guarda unos cazos del agua de cocción: cargada naturalmente de almidón, te ayudará a ajustar la textura de la salsa si es necesario.
No faltan recetas de salsas, pero la que está más de moda es el pesto. La palabra "pesto" procede del italiano "pestare", literalmente "triturar", que a veces también se traduce como "mezclar". Se hace en un mortero o, en su defecto, en una batidora. Históricamente, el pesto es un pesto de albahaca: sus ingredientes tradicionales son la albahaca, los piñones, el ajo, el parmesano curado y el pecorino rallado, así como el aceite de oliva y la pimienta. Para mantener el pesto fresco durante más tiempo, el pequeño truco que lo cambia todo es añadir unas gotas de zumo de limón ¡un auténtico truco de abuela italiana!
Existen muchas otras recetas de pesto: con almendras, con queso feta, con más dientes de ajo, con tomates secos (pesto rosso), con queso feta... casi todo es posible, ¡porque nunca hemos visto pesto de chocolate!
Entre todas estas preparaciones y recetas, la pasta con pesto de brócoli permite casar brócoli y albahaca. Puedes utilizar ramilletes de brócoli frescos o congelados, e incluso rallar finamente el tallo del brócoli para aprovecharlo y evitar su desperdicio. Este pesto de brócoli puede conservarse durante 48 horas en el frigorífico, siempre que se cubra con una fina capa de aceite de oliva para evitar la oxidación. También puede hacerse pesto con coliflor o col romanesca, siempre que se añada un poco más de albahaca.
Con este pesto de brócoli, tenemos una nueva receta rica en verduras que gustará a grandes y pequeños para añadir a tu recetario.