Los gofres salados son una receta fácil e ideal para que los niños coman verduras con facilidad. Hecha en un santiamén, con ingredientes que siempre tienes a mano (harina, huevo, mantequilla, leche), es una receta que se puede adaptar de muchas maneras. En primer lugar, variando las verduras: las patatas ralladas o los calabacines pueden sustituir a las zanahorias ralladas en esta receta, que también puedes preparar tú mismo. Esta sencilla receta también se puede enriquecer con un poco de queso, preferiblemente de duro: Gouda, Parmesano, Gruyère, queso de cabra o de oveja, etc., que puedes rallar y añadir a la masa. Elije el queso según su gusto y recuerda ajustar la cantidad de sal añadida a la receta: el queso tiende a ser salado.
Si no tienes leche, puedes sustituirla por nata líquida diluida en agua, o hacer una mezcla de mitad leche y mitad cerveza. Este es un buen truco de cocina que también se puede utilizar para las tortitas o la masa de los pasteles.
Los gofres de zanahoria también se pueden enriquecer con hierbas frescas: albahaca, perejil, perifollo o estragón, píquelas usted mismo para darle más sabor. ¡Un pequeño toque que lo cambia todo!
Otra posible variación de esta receta de gofres: sustituir la mitad de la harina de trigo por harina de trigo sarraceno o de arroz. Si eres un cocinero habitual, seguro que tienes otras ideas para hacer tuya esta receta... ¡y debería convertirse rápidamente en una de tus ideas de recetas favoritas!
Como guarnición, en lugar de huevos (duros, fritos o revueltos) también se puede ofrecer una sopa o una buena ensalada verde crujiente (lechuga, batavia, canónigos) con sal y vinagre a gusto, aderezada con virutas de queso de cabra seco o parmesano.