Tomates, pimientos y cebollas, esta es la receta tradicional de la shakshuka, un plato típico del norte de África. Pero, ¿conoces la shakshuka verde, su versión primaveral compuesta esencialmente de verduras verdes? Una receta fácil y deliciosa, hecha con espinacas, guisantes y cilantro fresco, un plato que a veces se enriquece con espárragos verdes, puerros verdes, aguacate y ajo fresco.
Una vez que esta compota de verduras se ha cocinado a fuego medio, se rompen los huevos grandes en ella y se cocinan en la sartén. Con rebanadas de pan fresco, esta es una de las recetas vegetarianas más fáciles y rápidas de hacer.
Aquí están los secretos para hacer una shakshuka perfecta:
En primer lugar, el equipamiento. No se trata de una cacerola, sino de una sartén grande, preferiblemente de hierro fundido, con una base gruesa, que difunda bien el calor para una cocción uniforme. Debe tener una tapa, ya que el plato debe estar cubierto para cocinar los huevos. Por otro lado, los ingredientes. Un buen aceite de oliva es esencial, así como el ajo fresco (usa un diente de ajo para un plato para cuatro personas) Las especias recién molidas también son bienvenidas: sal y pimienta, por supuesto, también se puede añadir comino, cilantro e incluso pimentón.
Lo más importante es, por supuesto, la calidad de las verduras utilizadas. Espinacas frescas o congeladas, guisantes, judías verdes picadas, judías planas... esta receta permite mezclar muchas verduras verdes. Córtalos en trozos de tamaño uniforme para que te sea más fácil cocinarlos. Elige la cebolla roja si quieres un sabor más dulce que con la cebolla blanca, y pica finamente las hierbas (cilantro, perejil...) que añadirás como toque final a la preparación.
Para cocinar, muy sencillo: calentar un poco de aceite en una sartén y dorar la cebolla y el ajo. Añadir las verduras, unas cucharadas de agua, un poco de sal, tapar y dejar cocer unos diez minutos, removiendo de vez en cuando. Dependiendo de la ternura de las verduras, el tiempo de cocción puede variar mucho, así que pruébalas regularmente hasta que obtengas la textura deseada. Salpimentar, romper los huevos sobre las verduras y cocinar a fuego medio hasta que la clara esté cocida y la yema líquida. Espolvorear con hierbas picadas, desmenuzar un poco de queso feta por encima (no es necesario calentarlo, se derretirá por sí solo gracias al calor del plato) y servir con un poco de salsa picante a mano, para los que quieran una receta de shakshuka aún más vigorizante.
Y ya solo queda comer...¡que aproveche!