Paso 1
En primer lugar, cocemos las espinacas siguiendo las instrucciones del envase.
Paso 2
Mientras, vamos cortando la cebolla muy pequeña y el ajo. Pochamos en la sartén a fuego suave con aceite y un poco de sal. Cuando se empiece a dorar añadimos las gambas (si son muy grandes las partimos por la mitad) y las espinacas troceadas, pero no picadas.
Paso 3
Posteriormente, sofreímos todo junto, hasta que las gambas estén hechas. Añadimos la harina, removemos bien y cuando la harina empiece a dorarse añadimos la leche y no paramos de remover hasta que esté hecha la bechamel.
Paso 4
Por último, rebozamos con pan rallado, le damos la forma que queramos, bolitas o cuadrados. Freímos a fuego fuerte hasta que el pan rallado se dore, retiramos las croquetas a un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite, servimos, y ¡listo para comer!
Nuestro consejo
Sustituye la leche por leche vegetal si quieres unas croquetas veganas