¿Quién puede resistirse a un delicioso pastel de chocolate? De todas las recetas de pasteles, los postres de chocolate ofrecen muchas variaciones y opciones: magdalenas, mousse, brownies, bizcochos, galletas, coulant, tartas... ¡y muchas más!
Una de las recetas más emblemáticas es el brownie de chocolate, un pastel compacto y sabroso de origen americano, de textura fundente y enriquecido con nueces, almendras, avellanas o nueces pacanas. Aunque hay versiones sin huevo ni mantequilla (para un brownie vegano, que se disfruta con un vaso de leche vegetal), las recetas tradicionales de brownies tienen todas los mismos ingredientes: chocolate, por supuesto, fundido y a veces también en trozos, cacao en polvo, mantequilla, huevos, harina o maicena (para una versión sin gluten), azúcar moreno (preferiblemente, si no es azúcar blanco común), levadura en polvo y una pizca de sal. A veces también se pueden encontrar recetas con un poco de polvo de almendra o avellana para conseguir una textura más densa.
Una buena receta de brownie de chocolate siempre empieza... ¡con un buen chocolate negro para hornear! Asegúrate de aplastarlo con un cuchillo grande antes de fundirlo al baño María o en una cacerola grande con la mantequilla. La ventaja del brownie de chocolate es que se puede preparar todo en el mismo recipiente, lo que significa que hay que fregar menos y se puede ordenar más rápidamente la cocina. Además para el brownie de chocolate no es necesario batir las claras de huevo, basta con mezclar el chocolate derretido con los huevos, el azúcar en polvo, la harina y los demás ingredientes. El mejor utensilio es una espátula flexible como la maryse o más comúnmente conocida “lengua”, que permite trabajar la masa rápidamente.
Una variante deliciosa, más rica en fibra y proteínas, son los brownies de alubias rojas, que se elaboran siguiendo el mismo método, pero añadiendo un puré de alubias rojas cocidas, ya sean caseras o en conserva. Este tipo de brownie es más denso, por lo que hay que añadir un poco de leche (de vaca o vegetal) para obtener una mezcla con una textura ligera y esponjosa, ¡aunque haya que añadir un poco más de levadura!
Lo más difícil de una receta de brownie es acertar con el horneado, para que el pastel quede húmedo pero no apelmazado. Precalienta el horno durante un tiempo prolongado mientras prepara la receta. La preparación del molde también es importante: unta cuidadosamente con mantequilla y enharina un molde rectangular, o fórralo con papel adhesivo para evitar que la masa se pegue al molde. A continuación, vierte la masa en la sartén y sigue las instrucciones de cocción de la receta: a fuego lento y prolongado, o a fuego corto y alto. En tu mano está descubrir cuál prefieres. Un último consejo para conseguir unos brownies súper tiernos: nada más sacar el pastel del horno, sumérgelo en una bandeja de escurrido o en un plato hondo lleno de agua helada. Esto detendrá el proceso de cocción y le dará una textura densa y cremosa. ¡Un secreto bien guardado para una receta de brownie exitosa!