Si hay un plato que gusta a todo el mundo ¡son los ñoquis!
Tradicionalmente, la base de esta receta puede ser la sémola (de trigo o de maíz) o las patatas. Pero los purés de legumbres (alubias, garbanzos o guisantes) son muy adecuados y hacen unos deliciosos ñoquis sin gluten, si se trabaja con harina de arroz. Aunque el tiempo de preparación sea un poco largo, ¡merece la pena!
Una vez que la mezcla de almidón y harina esté bien fusionada, pruebala: no dudes en añadir sal y nuez moscada u otras especias de tu elección. Para obtener ñoquis de colores solo hay que pensar en soluciones naturales: puedes añadir un poco de concentrado de tomate o unas gotas de zumo de remolacha para obtener ñoquis rosas o puedes utilizar espinacas finamente picadas para obtener ñoquis verdes. Con la misma base de masa para ñoquis, no dudes en separar la preparación en dos, para hacer ñoquis de diferentes colores.
Puedes preparar una gran cantidad de ñoquis con antelación y congelarlos para ahorrar tiempo: no es necesario descongelarlos, sólo hay que cocerlos más tiempo en agua hirviendo con sal, como se explica a continuación.
Para cocinarlos, es muy más fácil. Solo tienes que hervir en una olla grande agua salada con sal marina gruesa. No es necesario añadir aceite. Añadir los ñoquis, remover y esperar a que suban a la superficie del agua: el tiempo de cocción puede variar. A continuación, sólo hay que verter los ñoquis en un plato grande y poco profundo con una espumadera. Una vez cocidos, puedes bañar tus ñoquis con salsa de tomate, luego cubrirlos con queso (parmesano, comté, gruyère, etc.), pan rallado o polvo de almendras, y luego hornearlos hasta que estén dorados.
Otra opción de preparación: derretir una nuez de mantequilla o calentar un generoso chorro de aceite de oliva en una sartén antiadherente. Dorar en ella los ñoquis hervidos. Servir con espinacas salteadas con rodajas de cebolla, o simplemente con una ensalada de tomate.