Margarita, cuatro quesos, calzone, napolitana, pepperoni o simplemente con champiñones y bacon, ¡todo el mundo tiene su pizza favorita! Aquí están nuestros secretos para la mejor receta de pizza casera.
Por supuesto, todo empieza con una buena masa de pizza. Harina, agua, levadura de panadería, sal fina, etc. Lo más importante es dejar que suba, idealmente durante mucho tiempo en la nevera. También puedes comprar una simple bola de masa de pan a tu panadero: extiéndela con las manos enharinadas sobre una superficie de trabajo espolvoreada con harina o sémola fina. Si no tienes tiempo, utiliza una masa de pizza ya preparada, ya sea fresca o congelada. Elige una masa preferiblemente con aceite de oliva, y no olvides retirar el papel de horno para que se cocine mientras se vuelve crujiente. Extiéndela ligeramente con las manos en la bandeja de horno antes de cubrirlo.
En cuanto a los ingredientes, lo más habitual son dos bases: la salsa de tomate y la nata doble. Algunas personas mezclan nata y pesto o incluso nata y queso rallado, pero en este caso ya no estás haciendo realmente una pizza tradicional, sino una pizza fina. Para una pizza de setas, algunos incluso extienden una salsa forestal (una mezcla de nata, setas y hierbas) directamente sobre la masa. Una vez extendida la salsa con el dorso de un cazo o una cuchara sopera, es el momento de añadir los demás ingredientes: láminas de champiñón, pimiento, cebolla roja o calabacín; panceta ahumada o jamón crudo en lonchas finas; cebolla, anchoas, alcaparras, pero también mozzarella, huevo o chorizo. En definitiva, casi cualquier alimento de tu elección. Y no olvides sazonar con un poco de orégano y pimienta recién molida.
La pizza de setas, también conocida como pizza del bosque, es una de las pizzas más populares, aunque a menudo ausente de los libros de recetas. Es fácil de hacer, siempre que se compre con antelación y se prevea la preparación, porque el secreto de esta pizza del bosque es obviamente... ¡las setas! Lo mejor es elegir varios tipos (níscalos, setas, boletus, champiñones) y prepararlos con antelación, salteándolos en una sartén con cebolla picada y un poco de sal, para que desprendan la mayor cantidad de agua posible y así evitar que se empape la masa. A continuación, simplemente colócalas sobre su masa de pizza cubierta con crema o salsa de tomate (dependiendo de su receta) antes de hornearlas en un horno bien precalentado. Último paso: no te olvides de sazonar antes de hornear.
Como toque final, algunas setas, como los champiñones, pueden cortarse muy finamente con una mandolina y añadirse en el último momento a la pizza caliente justo antes de servirla. También se puede añadir cebollino picado, jamón crudo cortado en lonchas finas, pimienta recién molida o un chorrito de aceite de oliva al servir la pizza del bosque en la mesa.
Deja volar tu imaginación y recuerda que la mejor receta de pizza es siempre la que te gusta a ti.