La masa: saca a relucir tus dotes de “pizzaiolo”
Empezamos por preparar la base de la pizza.
Necesitamos: Harina, sal, agua, levadura en polvo, aceite de oliva virgen extra y azúcar.
Mezclamos en un recipiente la harina y la sal. En otro, el agua, el azúcar y la levadura. Removemos bien con una cuchara de palo las dos mezclas primero por separado. Después, añadimos la harina y la sal al otro recipiente y lo movemos todo. Echamos el aceite de oliva y mezclamos.
El siguiente paso es poner la masa encima de una mesa enharinada para que no se pegue y amasar.
Aplastamos y estiramos la masa de forma continuada durante unos 5-10 minutos. Una vez terminada la masa, nos untamos las manos con aceite y hacemos una bola con la masa. Ponla en un tupper con la tapa puesta y la dejamos unas tres horas a temperatura ambiente.
Cuando haya pasado el tiempo volvemos a poner la masa en la superficie enharinada y amasamos para darle forma a nuestra pizza y estiramos con un rodillo de cocina para que la masa quede fina.
Los ingredientes: ¿Hasta dónde quieres innovar?
Ya tenemos la masa, ahora toca incluirle los ingredientes que más nos gusten. Salsa de tomate, verduras, queso, aceitunas, anchoas, champiñones… Y millones de combinaciones que harán de tu receta al horno una pizza digna de chef italiano.
¡Al horno! El toque final para nuestra receta personalizada
Precalienta el horno a unos 220 grados y a los 5 minutos introducimos la pizza, con cuidado de no quemarnos. Espera unos 20 minutos y ¡Lista!