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  2. >¿SABÍAS QUE...? ¡Fíjate en la luna y conviértete en un experto agricultor!

Cada vez son más los hortelanos que mejoran sus cultivos gracias al ciclo lunar. Su objetivo es mejorar las cosechas y optimizar el equilibrio en la huerta. Descubre un método empírico que triunfa entre los horticultores orgánicos aficionados.

La teoría

La luna, satélite natural de la Tierra, influye sobre las mareas. ¿Por qué no iba a hacerlo también en las plantas, que se componen principalmente de agua? Los horticultores que trabajan la tierra, dependiendo de los ritmos lunares están convencidos de que esto hace que sus cultivos sean más resilientes frente a las enfermedades y las plagas, y también más productivos. Y lo que todavía es más sorprendente: podemos alargar el tiempo de conservación de las frutas y las verduras si las cosechamos en fechas concretas. La siembra, los trasplantes, la fertilización, los injertos, la recolección... Todas las tareas más importantes del huerto se llevan a cabo dependiendo de los ciclos lunares, aunque también se respetan las reglas habituales para tener un huerto de diez: respetar las estaciones, cuidar del suelo, hacer combinaciones beneficiosas de plantas, rotar los cultivos, cosechar cuando el fruto está maduro, etc.

La práctica

El calendario lunar distingue distintas fases esenciales:

 

·      Cuando la luna está en fase creciente, normalmente nos centramos en la recolección, aunque también en alguna poda.

 

·      En la fase decreciente es el momento de fertilizar la tierra o cosechar las verduras para su consumo inmediato.

 

·      La fase ascendente (cuando la luna se va elevando en el cielo) es perfecta para la siembra y los injertos. También es el momento de recolectar las verduras de hoja, las flores y la fruta.

 

·      Durante la fase descendente (cuando la luna desciende por el cielo), lo aconsejable es plantar y trasplantar, así como podar y cosechar los tubérculos.

 

Presta atención a los llamados «nodos lunares», es decir, cuando la luna está el punto más cercano o más alejado de la Tierra. Lo mejor es no trabajar mucho en el huerto en esos momentos.

El calendario lunar, una herramienta esencial

Pero ¿cómo podemos aplicarlo en la práctica sin ser doctores en astronomía? ¡Pues consultando el calendario lunar! Esta agenda hortícola, que solemos encontrar en revistas especializadas, recursos online o aplicaciones, nos indica las labores a realizar de forma prioritaria para cada día del año.  Nos permite entrar en detalle en las fases mencionadas en función de las constelaciones delante de las que pasa la luna mientras se desplaza. Por ejemplo, las zanahorias se siembran en un «día raíz», y no en un «día flor» o «día fruta». Aprovecha las temporadas más tranquilas en el huerto, como el invierno, para estudiar el calendario lunar y planificar las siguientes tareas. Es el momento ideal para «estar en la luna».