En primavera, las revistas y los libros de cocina nos inundan con los beneficios de las bebidas detox, normalmente agua a la que se le añade sabor gracias a ingredientes especiales, como té verde con jengibre, especias, limón, hierbas (menta o verbena) o verduras, dependiendo de la receta. Pero, ¿son realmente beneficiosas para la salud, la piel o el estado físico?
Aquí debemos ser claros: para que exista un beneficio real, tiene que haber un problema de fondo. Cuando nuestro cuerpo tiene un nivel alto de toxinas, nos lo hace saber. El hígado se encarga de hacer este trabajo, pero la idea de una cura detox casera es la misma que la de un buen baño caliente: sobre todo, nos hace sentir bien y es relajante, pero no tiene un efecto sobre las toxinas (si es que estuvieran presentes). En cualquier caso, las bebidas detox favorecen un mayor consumo de agua. Solo como recordatorio: la cantidad recomendada de agua es entre 1,5 y 2 litros al día (dependiendo de la edad, el peso y la actividad física). La ventaja de las aguas con sabor y las bebidas detox es que no contienen azúcar. Realmente lo único que consiguen es que hidratarse sea más placentero. ¡Pero no necesitas la excusa de una cura detox para variar los sabores!
A menudo, las recetas detox incorporan estos tres ingredientes por sus beneficios. Con su acidez, el limón o la lima tienen supuestas propiedades alcalinizantes en nuestro cuerpo, además de un sabor cítrico y saciante. Úsalos en zumos (zumo de limón recién exprimido, no artificial) y su ralladura si no están tratados. Otro famoso remedio a base de plantas: el té y, más concretamente, el té verde tiene propiedades antioxidantes y un sabor suave que combina bien con muchas frutas y especias (además de tener un bajo contenido en teína). El jengibre, vigorizante y picante a la par, puede rallarse para favorecer su intensidad o añadirlo simplemente en rodajas. Es bien conocido por prevenir las náuseas y ayudar a la digestión. Por último, dentro la categoría de las hierbas, las hojas de menta refrescan el aliento y cualquier bebida. Puede consumirse fresca o seca, dependiendo de la temporada. La receta para preparar un agua detox es sencilla: combina estos elementos como más te guste en una jarra o una botella de cristal. Añade agua y déjalos infusionar en el frigorífico durante al menos seis horas. Combinaciones sencillas que funcionan bien tanto en la cocina, como en las bebidas caseras.
En muchas de las llamadas «aguas detox», la fruta y verdura desempeñan un papel importante. Nos permiten ser creativos para usarlas: los restos de pepino o las peladuras del hinojo pueden añadirse fácilmente al agua, siempre y cuando sean orgánicos. Lávalas a conciencia antes de consumirlas. Combina zanahoria, pepino o fresas a tu gusto. Unas cuantas hojas de verbena, menta o incluso albahaca le irán muy bien. Fresas con albahaca, pepino con verbena… Y si añades un poco de zumo de limón, mucho mejor. Otro dato interesante: estas bebidas aportan una cantidad de vitaminas beneficiosa, si las comparamos con los zumos de fruta. En cualquier caso, aunque no sean realmente bebidas detox, nos ayudan a que beber agua sea más divertido.