Uno de los mayores desafíos para los padres es conseguir que sus hijos coman más verdura. Légumiz ha recopilado para ti las mejores técnicas demostradas para que disfruten de las zanahorias, las berenjenas y las espinacas. ¡Te pedirán repetir!
1) La verdura irreconocible
En sopa, rallada, asada, frita en la sartén, cruda o cocida… Cambiar la textura es cambiar el sabor: ¡no te desanimes y prueba nuevas opciones!
2) La verdura camuflada
Camufla la odiada verdura dentro de su plato favorito (berenjena-pollo, guisantes-huevos revueltos, coles de Bruselas-salchichas). Pasará totalmente desapercibida.
3) Manualidades «verdes»
Los bastones de zanahoria y las judías verdes se comen con las manos, como las patatas fritas. Y saben mejor.
4) Un espectáculo de verdura
Cuando algo es atractivo y colorido, ¡todo es más fácil! Un árbol de brócoli, unos guisantes en forma de collar de perlas, zanahorias cortadas en abanico… Esfuérzate en la presentación y cuenta una historia comestible.
5) El dúo verdura-fruta
Manzanas e hinojo, almendras caramelizadas y verduras de hoja verde, miel y coles de Bruselas… ¡Atrévete a darle un toque dulce a lo salado! Y sobre todo: da ejemplo y cómelo tú también.